Sí, lo sé no he escrito nada durante todo este mes de junio. Quería hacerlo, pero pensé que no escribiendo podría borrar de mi mente todo, podría hacer como si este último mes no hubiese pasado en el calendario. No penséis mal, no quería que desapareciese todo porque no me gustase o algo parecido, tan solo es porque ha sido el mes más maravilloso de mi vida. Y así, tal vez si no aparecía registrada ninguna entrada durante este mes, junio automáticamente no habría existido.
Pero está clarísimo que no puedes quitar de tus recuerdos las mejores partes por el simple hecho de que no vuelvan a suceder por lo menos hasta dentro de un tiempo, y más cuando estas tremendamente segura de que todo va a volver a ser como es ahora y que será incluso mejor, aunque parezca difícil superarlo.
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Ahora estoy rodeada de cajas, la ropa cubre el suelo de la que ha sido mi habitación desde septiembre, las pareces están ya vacías de fotos y recuerdos, en la mesa no cabe un solo papel más y yo solo puedo pensar en que en apenas 10 días volveré al inicio. Volveré a donde estaba antes de empezarlo todo, estaré bien, como siempre lo he estado, pero me faltará la parte más importante de mi vida. Tal vez sea el momento para aprender a sobrevivir sin esa parte lo mejor posible durante un tiempo…
Tal vez sean los casi 40 C a los que me enfrento los que me nublan la vista y me hacen perder el hilo de lo que estoy escribiendo, o tal es vez es que hasta cuando casi no sabes ni quién eres ya sea por el frio, el calor o la desorientación producida por un simple empanamiento tengas todo clarísimo. También puede ser que sea una maldita melodramática.
