No hace ruido al caer. No te das cuenta de lo que está sucediendo hasta que no está todo completamente blanco y a ti se te ha ocurrido mirar por la ventana. Eso nos pasa a veces. No nos damos cuenta de lo que está pasando fuera porque somos incapaces de levantarnos del sofá, correr las cortinas y mirar. Simplemente observar y asumir lo que hay en el exterior.
Nadie te va a obligar a jugar con la nieve, pero por lo menos deberíamos asomarnos y plantearnos la posibilidad de hacerlo. No nieva todos los días y cuando lo hace, la nieve se derrite en unas horas…o como mucho días. Eso mismo ocurre con las personas, que pasan una vez por tu vida. Y tú puedes hacer como con la nieve…jugar o al menos plantearte hacerlo…o quedarte quieto. Puedes intentar ser feliz, o tan solo desear serlo sin mover un dedo por conseguirlo. Porque os sonará raro, pero los días de nieve siempre son días felices. Deberíais probar a jugar con la nieve aunque no caiga ni un solo copo…
Pdta: os dejo aqui este fragmento de una reflexión de un capítulo de los Hombres de Paco. Me parece muy interesante. Creo que tiene razón.
“Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día y no nos damos cuenta de que es ella quien tiene que encontrarnos, y eso será donde menos te lo esperas, en el instituto, en el supermercado o en mitad de una boda. Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino sólo es el principio de otro, y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado. Y esconderse es lo que menos te importa, lo que te importa es que estás tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida, y ya sólo importa el hoy, el presente y lo que queda por venir”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario