Todo cambia de una semana a otra. Casi de un día para otro. Se me escapa de las manos. No lo puedo controlar. Cosas que hoy me dan igual, mañana quizás esté dando casi la vida por ellas. De no plantearte nada, pasas a planteártelo todo. Dudar de todo. Tienes complejo de Descartes. Noches en las que a pesar de no haber dormido apenas, no quieres salir de la cama. Lo único que te apetece liarte a ostias con la primera persona que se te cruce. No sabes donde tienes la cabeza y lo que es peor, no tienes claro dónde o qué cosas la querrías tener. No sabes una mierda. La música a tope con las mismas canciones lloricas de toda la vida. Nada te emociona, algo te ilusiona y todo te da miedo. Es la bipolaridad de siempre. Y al final te encuentras escribiendo cosas que no tienen prácticamente sentido y devorando galletas de chocolate…
Porque somos unas locas almas de 18 y 19 años... :) Ya habrá tiempo de una vida lineal.
ResponderEliminarUn beso, loquis!